Andreas Vesalius (1514-1564)Nació en Bruselas en 1514, su padre era médico. Desde niño le gustaba disecar cuanto animal cayese en sus manos. Estudió en Lovaina y luego en París. Sus maestros fueron Jacques Dubois (Jacobus Sylvius, 1478-1555) y Johann Günther de Andernach (Jean Gonthier, Guinterius, 1505-1574). Ambos eran distinguidos anatomistas de la escuela galénica.La primera publicación de Vesalio fue una edición de las “instituciones anatómicas según Galeno” (Institutiones Anatomicae secundum Galeni sententiam ad candidatos Medicinae [Venecia, D. Bernardinus, 1538]) de Günther. Más tarde publicó sus Tabulae anatomicae (Venecia, D. Bernardinus, abril 1538). Estos libros eran galénicos y seguían el canon medieval. A los 23 años fue designado profesor en la Universidad de Padua, donde pudo proseguir sus investigaciones con total libertad. Fue el primer profesor universitario que dejó de lado al “disector” para practicar las disecciones él mismo.
En 1543 publicó su monumental obra “De humani corporis fabrica” (La Fabrica), (in folio, Basilea, Aporinus, 1543) que, junto con la aparición del libro de Copérnico el mismo año, representa una vuelta de tuerca que los historiadores suelen llamar “Revolución Científica”. Este libro cambia el estudio y la forma en que se aprendía la anatomía humana. Vesalio desafiaba los métodos tradicionales de enseñanza.La 2a ed. de 1555 fue más radical porque contrariaba la afirmación de Galeno de que había pequeños agujeros en la pared divisoria del corazón. Esto dejó abierto el camino para los posteriores descubrimientos de William Harvey sobre la circulación de la sangre.Además de las polémicas, la Fabrica es conocida y apreciada por sus hermosos dibujos anatómicos.De carácter difícil, fue una personalidad que despertó muchos celos académicos. Su impaciencia le llevó a aceptar el cargo de médico del Emperador Carlos V y más tarde, de su hijo y sucesor, el rey Felipe II. Esta posición también le trajo dificultades. Se dice que practicó una disección en el cuerpo de una persona que aún estaba con vida (lo que no era nada improbable) y puso en peligro su propia seguridad. Para expiar esta culpa, emprendió una larga peregrinación a Jerusalén (como era usual en la época). En el camino hacia Tierra Santa o a su regreso se detuvo en Chipre, donde recibió el ofrecimiento del senado veneciano para reasumir su cátedra en Padua. Se embarcó, pero el barco naufragó cerca de la Isla de Zacynthos (Zante) y murió allí en 1564, antes de cumplir los 50 años.Su obra revela muchas de sus condiciones: Vesalio era esencialmente un humanista. Dominaba el griego y el latín, también el árabe y el hebreo. Era un profundo conocedor de la obra de Galeno de quien tradujo y publicó en latín varias obras, editadas por la imprenta Juntina en Venecia, en 1541. La expansión de la imprenta y el gran desarrollo de las artes gráficas estimularon su pensamiento. Los artistas de Florencia habían creado el arte de la perspectiva, Leonardo había explicado la “ciencia de la pintura”. Los científicos ya no querían solo descripciones verbales, querían “ver” las cosas, en su devenir, en su totalidad, en su ambiente.
En 1543 publicó su monumental obra “De humani corporis fabrica” (La Fabrica), (in folio, Basilea, Aporinus, 1543) que, junto con la aparición del libro de Copérnico el mismo año, representa una vuelta de tuerca que los historiadores suelen llamar “Revolución Científica”. Este libro cambia el estudio y la forma en que se aprendía la anatomía humana. Vesalio desafiaba los métodos tradicionales de enseñanza.La 2a ed. de 1555 fue más radical porque contrariaba la afirmación de Galeno de que había pequeños agujeros en la pared divisoria del corazón. Esto dejó abierto el camino para los posteriores descubrimientos de William Harvey sobre la circulación de la sangre.Además de las polémicas, la Fabrica es conocida y apreciada por sus hermosos dibujos anatómicos.De carácter difícil, fue una personalidad que despertó muchos celos académicos. Su impaciencia le llevó a aceptar el cargo de médico del Emperador Carlos V y más tarde, de su hijo y sucesor, el rey Felipe II. Esta posición también le trajo dificultades. Se dice que practicó una disección en el cuerpo de una persona que aún estaba con vida (lo que no era nada improbable) y puso en peligro su propia seguridad. Para expiar esta culpa, emprendió una larga peregrinación a Jerusalén (como era usual en la época). En el camino hacia Tierra Santa o a su regreso se detuvo en Chipre, donde recibió el ofrecimiento del senado veneciano para reasumir su cátedra en Padua. Se embarcó, pero el barco naufragó cerca de la Isla de Zacynthos (Zante) y murió allí en 1564, antes de cumplir los 50 años.Su obra revela muchas de sus condiciones: Vesalio era esencialmente un humanista. Dominaba el griego y el latín, también el árabe y el hebreo. Era un profundo conocedor de la obra de Galeno de quien tradujo y publicó en latín varias obras, editadas por la imprenta Juntina en Venecia, en 1541. La expansión de la imprenta y el gran desarrollo de las artes gráficas estimularon su pensamiento. Los artistas de Florencia habían creado el arte de la perspectiva, Leonardo había explicado la “ciencia de la pintura”. Los científicos ya no querían solo descripciones verbales, querían “ver” las cosas, en su devenir, en su totalidad, en su ambiente.
Los fabulosos dibujos de la Fabrica no fueron realizados por Vesalio, pero si fueron hechos bajo su dirección. El artista fue Jan Stephan van Calcar, un flamenco discípulo de Ticiano. Primero se pensó que fue el único ilustrador pero recientes estudios demuestran que fueron varios los artistas, por eso se habla de la escuela de Ticiano en conjunto.Si bien Vesalio discrepaba en muchos detalles del sistema galénico en su tratado, nunca salió de la penumbra de la fisiología galénica y creía firmemente en los principios fundamentales de su sistema. Vesalio allanó el camino para los estudios anatómicos posteriores con sus cuidadosas disecciones y su éxito al conseguir elevar el prestigio de la anatomía, que se convirtió en la “reina de las ciencias médicas” durante los siglos XVI y XVII. Muchos anatomistas posteriores a Vesalio corrigieron sus teorías lo mismo que él había corregido a Galeno. Luego aparecieron otras anatomías del cuerpo humano que criticaban a Vesalio: por ejemplo la del español Juan Valverde de Amusco (c. 1525-1588; Historia de la composición del cuerpo humano) en 1556 y la de Gabriele Falopio (c. 1523-1562; Observaciones anatomicae u Observaciones anatómicas)Bibliografía- Lindemann, Mary. Medicina y sociedad en la Europa moderna, 1500-1800. Madrid: Siglo Veintuno de España, 2001.
Bibliografía- Lindemann, Mary. Medicina y sociedad en la Europa moderna, 1500-1800. Madrid: Siglo Veintuno de España, 2001.- López Piñero, José María. La medicina en la historia. Madrid: Salvat, 1981. (Temas clave; 17)- Sarton, George. Seis alas: hombres de ciencia renacentistas. Buenos Aires: Eudeba, 1965. (El hombre y su sombra / La vida de la ciencia).En la Web:National Library of Medicine. Dream anatomy. Bethesda, MD, 2003. [Exhibición on-line]
Bibliografía- Lindemann, Mary. Medicina y sociedad en la Europa moderna, 1500-1800. Madrid: Siglo Veintuno de España, 2001.- López Piñero, José María. La medicina en la historia. Madrid: Salvat, 1981. (Temas clave; 17)- Sarton, George. Seis alas: hombres de ciencia renacentistas. Buenos Aires: Eudeba, 1965. (El hombre y su sombra / La vida de la ciencia).En la Web:National Library of Medicine. Dream anatomy. Bethesda, MD, 2003. [Exhibición on-line]
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